Volumen I

La civilización humana esta creada sobre derramamientos de sangre, empezando desde cuando el homo sapiens sometió evolutivamente al Neardental, pasando por el imperio romano, la revolución francesa, y llegando al día de hoy donde solo hay que mirar el periódico y comprobar como cometemos los mismos errores de siempre. Cualquier momento que supusiera una transformación de cualquier tipo para el rumbo de la humanidad que hoy en día conocemos, esta salpicado de sangre de algún u otro modo.

Los pensamientos e ideologías trasladarlas a la sociedad, supone un escollo para el progreso. Hasta que se adquiere la sabiduría suficiente para conseguir desarrollar los conceptos básicos de una forma nueva de pensar, se necesita un desarrollo intelectual de forma singular como individuo y de conjunto como sociedad.

Conseguir que una sociedad capte un pensamiento ideológico de la mima manera que aquel que la sintió y la creo, supone una tarea muy difícil de trasladar a la vida diaria de aquellos que no buscan crear ideales ni formas de mejorar la sociedad, realizando su función gregaria indispensable para cualquier especie.

Eso implica un rechazo que suele transformarse en un enfrentamiento entre un sector de la población que si que llega a comprender la posible mejora para el conjunto de la población por el otro sector de la población que entiende que desarrollar ese movimiento ideológico no es útil e incluso puede resultar dañino, hasta el punto de volverse violento un bando por implantarlo u otro bando por impedirlo.

Esto conlleva a que para analizar la implantación de una ideología en la sociedad hay que implicar totalmente a la sociedad, aparte del análisis minucioso de las fuentes ideológicas, buscando en ellas los principios básicos sobre la que se sostiene, puede determinar que puntos pueden ser validos sumándole el aprendizaje que hemos adquirido con el paso del tiempo y comprendiendo más a la sociedad con sus errores y defectos de los cuales inevitablemente tenemos los humanos, los cuales nos resultan muy difícil de aceptar.

Las ideas utópicas que conllevan a que los humanos vivamos de forma armoniosa los unos con los otros, debe ser mantenida para sobrevivir como especie, no solo para conseguir un cierto nivel de civilización, si no a nivel primario, ya que la competición entre especies de su misma raza es un peligro para ella misma cuando eso conlleva su misma destrucción. Fácilmente podemos comprobar como nuestra especie a llegado a evolucionar de tal manera que ha conseguido tener en sus manos su completa e irreversible extinción, esto es el mayor error que puede cometer cualquier ser vivo del universo, de exponerse de forma consciente a su desaparición completa, algo que consideraríamos asombrosamente absurdo si lo comprobáramos en una especie animal de las que no rodea.

Aplicar la ciencia y los conocimientos adquiridos sobre nosotros mismos como individuos dentro de una sociedad total es el paso más difícil que le queda a la humanidad por dar y dudo mucho que lo dé, a menos que vuelva a existir alguna tragedia o conflicto sangriento lo suficientemente grande para hacerle ver bruscamente a conjunto del mundo que en al vida estamos de paso, y que lo único que podemos hacer es vivir con la máxima paz y felicidad el tiempo que estemos presentes. Hacer lo contrario es perder energía, de la cual estamos creados y en la cual nos transformaremos. Más allá es mentirnos a nosotros mismos, intentar pensar que nuestra presencia en el conjunto del universo tiene un significado más especial que una mera flor, es algo que podemos considerar innato, pero es lo suficientemente fuerte y poderoso para conseguir impedir que nuestra estancia en el universo solo sea contemplativa y placentera. Buscamos transformar nuestro entorno, dejar huella, ser activos o al menos tener la sensación de serlo, sin darnos cuenta de los valores que perdemos y en los errores que caemos.

Pararnos en los detalles y no ver el conjunto, como decía el dicho, solo ver los árboles y no ver el bosque, o algo así, nos distrae, nos debilita, no enfrenta, y nos hace fáciles de manejar. ¿Seremos capaces de dar ese salto evolutivo?¿Conseguiremos unir fuerzas?¿Con violencia una vez más? El tiempo hablara.

Explore posts in the same categories: Filosofeando?, Sin animo de lucro.

4 comentarios en “Volumen I”

  1. Pennylane Says:

    estoy segura de que será con violencia. desgraciadamente parece que sólo sabemos cambiar las cosas con sangre.

    la precariedad lleva a la ira y la ira… al lado oscuro; y la violencia es consecuencia de esa ira.

    Feliz 2007!!

    MUAK!

  2. papa oso Says:

    Este tema que tocas, el de que los cambios solo pueden lograrse implicando a toda la sociedad o pasando por la sangre, es tratado por la Biblia y por otros textos sagrados. A lo que logre unir a toda la humanidad para un fin comun se le llama MESIAS.
    Tines mucha razon en lo que dices: lo único que podemos hacer es vivir con la máxima paz y felicidad el tiempo que estemos presentes , esto ha de hacerse asi hasta que venga el mesias (llamese mesias, cambio climatico, pandemia,….)

    Pero ante todo hay que crecer espiritualmente para que cuando ese momento llegue te pille en el lado correcto: el mesias implica la desaparicion del 75% de la poblacion mundial. Si seras de los desaparecidos o de los que queden depende de ti.

    😉

  3. Steam Man Says:

    Grandes…. GRANDES PALABRAS LEO AQUI… y me gustan… y lo sabes!

  4. M.A. Cabrera Says:

    papa oso espero que no me pille entre el 75%, ademas Mad Max para mi supone una pelicula de culto.

    A Steam decirle que me sonroja. Gracias…


Deja un comentario